¡¡El verano ya llegó y con él, el calor!! Inevitablemente, nos cambia la manera de comer, nos apetecen cosas fresquitas, tenemos menos hambre y los ritmos y los horarios también cambian. Además, el verano coincide ser esa época, en la que por lo general, salimos de la rutina, tenemos otros planes y se suele aprovechar para ir de vacaciones, a la piscina, etc. Acompañado de estos cambios, a veces también nos toca improvisar platos y comidas.

Y es en esta situación, en la que el gazpacho entra a escena… fresquito, rápido y sano, no deja a nadie indiferente.

Siempre que se pueda, la mejor opción para todo plato es hacerlo uno mismo, pero no siempre se tiene la oportunidad. En ese caso, sí me toca improvisar comida, y voy a comprar uno, ¿qué aspectos debo tener en cuenta para comprar uno nutricionalmente aceptable?

Hoy en día, hay muchos gazpachos comercializados. Desde la primera marca que comercializó, han ido surgiendo competidores, y a posteriori, también cada cadena de supermercados, ha sacado la suya propia. A continuación, en formato tabla, se muestran algunos que me han parecido interesantes:




Como decisión final, a la hora de optar por un gazpacho en concreto, cada persona tiene una situación y unas prioridades.
Opción A: Sí en tu caso… Buscas calidad nutricional. Fíjate en los ingredientes y en sus proporciones. Y recuerda que el componente mayoritario debe ser la verdura. Cuanto mayor % de este ingrediente, mejor. (Si prefieres simplificar, el diagrama de decisión superior, te puede ayudar 😉 ).
Opción B: Sí buscas el mejor precio… El más barato será una marca blanca, de los revisados, el más barato que he encontrado es el de marca blanca, Día (lo cual no quiere decir que lo sea, hay más en el mercado y es posible que haya otro inferior, pero es de los precios más bajos).
Opción C: Y en el caso de que busques conciliación entre calidad nutricional – precio… De los revisados, la marca blanca de Mercadona y Lidl son los más ajustados, cualquiera de los dos son una buena elección.
¿Y tú? ¿Cuál eliges?