En los últimos tiempos, la producción ecológica ha ido ganando terreno e importancia. Las políticas comunitarias las incluyen y promueven. Pero ¿qué nos aportan este tipo de producción y qué diferencias existen respecto a los convencionales? ¿son mejores o no?
Imagen 1: Distribución producción ecológica en UE Imagen 2: Logotipo del etiquetado de la producción ecológica
Existe un sector de clientes que están dispuestos a pagar un poco más por este perfil de producto, pero muchas veces lo que les motiva a comprarles no es su principal y verdadera misión.
Según el REGLAMENTO (UE) 2018/848 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 30 de mayo de 2018 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CE) n.o 834/2007 del Consejo podríamos definir producto ecológico como »aquel que resulta de la producción ecológica», siendo la producción ecológica, aquella que debe usar métodos de producción, preparación y distribución que garanticen:
1.-La conservación de la biodiversidad y la calidad del suelo,
2.- Medidas de prevención y de control de plagas y enfermedades,
3.-Y medidas para evitar los efectos negativos en el medio ambiente y en la salud de los animales o en la fitosanidad.
Imagen 3: Lo que garantiza el logotipo de producción ecológica
Se puede resumir lo anterior, en que el objetivo de la producción ecológica, es obtener un alimento mediante un tipo de gestión sostenible, no siendo ni más seguro ni más inocuo, que el resultante de la producción conocida como convencional.
Por el hecho de ser sostenible, no lleva ni aditivos ni sustancias que sean artificiales, ya que éstos, no tienen cabida en la reintroducción de la cadena trófica. Esto no quiere decir que los productos artificiales añadidos en los convencionales, sean peligrosos, tan solo que no son naturales.
Pero en la realidad, lo cierto es que un gran % de los consumidores que compran producción ecológica, no lo hacen por el motivo de la sostenibilidad, que es su verdadero objetivo. En nuestros días la quimofobia o miedo a las sustancias químicas cada vez está más extendida. Teniendo en cuenta que dentro de estas sustancias, se encuentran por una parte los aditivos y conservantes artificiales, y por otra los pesticidas y herbicidas que se usan en la agricultura. Ha nacido un tipo de consumidor que se decanta por los productos »naturales», (entendiéndolo como aquellos que no llevan este tipo de sustancias artificiales) y que decide para ello comprar productos ecológicos, no importándoles que tengan un precio más elevado y no siendo el motivo de la elección de productos ecológicos el verdadero objetivo de la producción ecológica. Porque a ellos lo que realmente les mueve, es huir de estas sustancias químicas, y en muchos casos, incluso desconocen el motivo de la producción ecológica, que hemos ya abordado.
Llegados a este punto, lo que habría que plantearse es en función de lo que nos aportan cada tipo de alimento (tabla 1)…
Tabla 1: comparación características producto convencional Vs ecológico
…¿Qué es lo que yo busco y necesito?
Imagen 5: Esquema de decisión alimento convencional VS ecológico
En este contexto, cabe remarcar de nuevo que en ambos casos la calidad y seguridad están aseguradas. Por ley, se van a cumplir los estándares para alcanzarlo.
Cabe destacar también, que aunque lleven ingredientes naturales sostenibles, los productos ecológicos no implican que sean naturales. Pueden estar transformados, ser procesados y no saludables. Un ejemplo concreto, las gominolas ecológicas (imagen 6). El 3,27 % de zumo que llevan es ecológico y el azúcar de caña es moreno, menos refinado. Que los ingredientes sean naturales, como se ve, no implica que sea saludable y beneficioso por el hecho de ser ecológico. Unas gominolas, sean o no ecológicas, son un producto no aconsejable y que dentro de las guías alimentarias, se sitúan en el consumo ocasional.
Imagen 6: Ingredientes de gominolas ecológicas marca Fruti’s Bio Sol Natural
En definitiva, todo lo comentado y desarrollado, se puede concluir en lo siguiente:
1.-Alimentos ecológicos y convencionales presentan la misma calidad y seguridad nutricional. Unas gominolas ecológicas, serán tan poco saludables como unas convencionales y el proceso de producción será el mismo.
2.-Por el hecho de provenir de agricultura extensiva, el coste de producción del ecológico será mayor pero estamos contribuyendo a no agotar los recursos naturales y dejar que se renueven.
3.- Si a nivel económico no podemos contribuir a ser sostenibles o preferimos destinar el presupuesto a otra ámbito o cosa, el producto convencional nos proporciona la misma seguridad y calidad nutricional que un producto ecológico.
¿ Tú qué eliges?